Carlos Bacca y Teófilo Gutiérrez se reencontraron en la cancha, esta vez para dirimir como rivales en el duelo que Junior le ganó este domingo al Deportivo Cali por 1-0, con un golazo del porteño para mantener vivas las esperanzas de meterse entre los ocho. 

Como hace un buen tiempo no pasaba, la hinchada en el estadio vivió una tarde a pleno sol, con una temperatura durísima y una humedad asfixiante. No fue una exuberante asistencia, pero los presentes sufrieron las inclemencias del clima, en una tarde típica de Barranquilla. 

La tribuna sur, que no tuvo un alma en la parte baja y en alta sólo los abonados, comenzó a cumplir su primera fecha de una sanción que todavía no se sabe por cuánto tiempo se extenderá. 

Los presentes, esos sí, desde cada esquina del estadio, vieron un par de abrazos conmovedores, ambos protagonizados por un ídolo de la casa, al que la gente rindió un coro en su honor. 

Se trató de Teófilo Gutiérrez, en un regreso al Metropolitano, marcado con efusivo encuentro con Julio Avelino Comesaña, primero, y Carlos Bacca, después.

El balón se puso en movimiento y como era de esperarse, fue de corto vuelo, ante el calor. Al Cali no le interesó mucho jugar, con la complacencia del árbitro Héctor Rivera, que no les dio mucha continuidad a las acciones. 

Sea como fuera, el Cali tuvo algunas oportunidades. A los 6 minutos, el argentino Guillermo Burdisso ganó la pelota en un tiro de esquina, en el segundo palo, obligando a una respuesta de Sebastián Viera, que evacuó el peligro prácticamente con una ‘bandeja’ de voleibolista.

Junior respondió de inmediato con un disparo de media distancia de Luis ‘Cariaco’ González, luego de una jugada bien hilvanada, con varios toques, que dejó sentado que el estilo del equipo poco a poco iba mutando más a lo que quiere el actual entrenador. 

Sobre el minuto 19, Viera volvió a ser protagonista tras un cabezazo de Burdisso, tras centro de Teófilo Gutiérrez, que hizo estirar al portero para evacuar con un manotazo por encima del travesaño. 

Viera aterrizó mal y quedó resentido del tobillo, lo cual quiso aprovechar Gutiérrez para probar al cancerbero, pateando el tiro de esquina muy envenenado. Por poco lo logra, estrellando la pelota en el horizontal, en lo que casi se convierte en un gol olímpico a los 22 de acciones. 

De ahí en adelante, el juego se volvió cada vez más lento y la temperatura ambiental contrastó con la del partido. El calor en el aire, hizo que el juego se pusiera frío. Junior no pasó de algunas escaramuzas que no generaron más opciones de gol. 

Comesaña recibió a su equipo en el camerino, luego de rematar un partido con pocas opciones de gol. Era momento para que el colombo-uruguayo metiera modificaciones, ante la necesidad de ganar para seguir en la lucha para entrar entre los ocho clasificados.

El entrenador mantuvo a los mismos en el terreno, esperanzado de ellos una reacción. Lo mejor que pasó fue un remate tomando la bola de aire de Carmelo Valencia, pero su tiro se fue por encima del travesaño, cuando corrían 50 minutos.

Cansado de ver a un Edwuin Cetré totalmente desconectado, el estratega mandó a la cancha a Carlos Bacca y el porteño casi de inmediato tuvo una pelota en el área pequeña, hasta donde el atacante no llegó a tiempo para definir.  

El panorama no cambió. En un momento, la gente se puso de pie para exigir el ingreso de Nelson Deossa. No entró. Comesaña pasó todo el segundo tiempo en un largo debate con su asistente Roberto Peñalosa, pero sin hacer ni una modificación más. 

Justo cuando todo estaba perdido, apareció el ídolo para salvar los papeles al entrenador y volver a encender la mecha de la esperanza. 

Carlos Bacca recibió la pelota, en el minuto 90+4, en el borde izquierdo del área, y midió un remate perfecto, lleno de efecto y la anidó en el ángulo para ganar el duelo ante de ídolos ante Teófilo y darle los tres puntos al conjunto tiburón. 

La grada, que antes coreó al de La Chinita, ahora se puso de pie para alabar al salvador de Puerto Colombia. 

Los barranquilleros llegaron ahora a 21 puntos y recorta distancia en la tabla, buscando la oportunidad de meterse entre los ocho.